cómo se trata el bruxismo

El término bruxismo es un concepto que seguramente cualquier persona ha escuchado, ya sea a algún familiar o amigo o bien en alguna consulta del dentista. Sin embargo, también es posible que no se tenga muy claro que es o a qué hace referencia.

Que es el bruxismo

El bruxismo es, básicamente, el hábito involuntario de apretar los dientes sin que exista realmente un objetivo funcional, como puede ser el masticar algún alimento. Además, este gesto suele venir acompañado de un movimiento lateral que provoca que los dientes lleguen a rechinar.

Existen varias causas de aparición de este problema, pero la principal y más frecuente es el estrés o un estado emocional de agitación. Durante este periodo, con independencia de si se produce de noche o de día, la persona aprieta la mandíbula haciendo rechinar los dientes de una forma totalmente involuntaria.

Aunque el estrés en la principal causa, también se puede dar por otras situaciones, como una maloclusión dental, es decir, que las arcadas dentales no coinciden perfectamente entre sí al cerrar la boca, problemas en la musculatura mandibular, malos hábitos en el sueño o alteraciones en las articulaciones temporomandibulares.

Afectación del bruxismo

Es un problema que afecta por igual a hombres y a mujeres, tanto en niños como en adultos, aunque sí es cierto que hay una mayor proporción de afectados en edades comprendidas entre los 15 y los 25 años.

En un gran número de ocasiones suele desaparecer por sí solo, sin que requiera ningún tratamiento. El problema se produce cuando se cronifica, con el consiguiente desgaste para las piezas dentales que están afectadas. Además, se pueden producir trastornos del sueño.

Existen diferentes tipos de bruxismo en función de la forma en la que se presionen los dientes:

– Céntrico.

En este caso los dientes se aprietan sobre un punto concreto y existe poco movimiento lateral. Debido a esto, la afectación principal se produce, sobre todo, en el cuello de las piezas dentales, de forma especial en las premolares.

– Excéntrico.

En este tipo existe un movimiento oblicuo de frotamiento, de adelante hacia atrás. De esta manera, el desgaste que se va produciendo es del esmalte dentario, siendo los dientes incisivos los más afectados.

Se puede producir durante fases de mucho estrés que se presentan durante el día o en las etapas 2 y 3 de la fase REM durante el sueño. Durante la noche, los episodios de bruxismo pueden abarcar de 15 a 40 minutos en una etapa de sueño de 8 horas.

Consecuencias

El rechinar de los dientes produce un sonido que es muy desagradable y molesto, aunque una de sus principales consecuencias es el desgaste que se produce forma progresiva en el esmalte dental.

El esmalte se irá erosionando de una forma progresiva, quedando expuesta la dentina, que es la capa inmediatamente inferior y de un color amarillento.

Aparte de la afectación en cuanto al aspecto visual por perder el blanco del esmalte, el paciente también notará una mayor sensibilidad en los dientes y mayor dificultad en la masticación.

A medida que el problema se va convirtiendo en algo más crónico, las piezas dentales se van volviendo mucho más débiles, lo que puede llevar a perder la fijación y ser mucho más frágiles a lo que eran con anterioridad. Esto puede conllevar que se produzcan roturas o pérdidas de los dientes más afectados.

A su vez, se pueden presentar otra serie de inconvenientes como pueden ser los dolores de cabeza, la fatiga muscular en la zona de los músculos masticadores, insomnio o afectación de las articulaciones temporomandibulares.

Síntomas

El diagnóstico no es algo tan sencillo de realizar si la persona no tiene consciencia plena del problema y no ha acudido a un especialista que se lo haya diagnosticado. Resulta especialmente problemático cuando se produce de noche.

En la mayoría de las ocasiones, al ser un desgaste progresivo y lento, puede no ser objetivado en la consulta del dentista en los momentos iniciales.

De cualquier manera, durante la evaluación dentaria es posible comprobar una serie de sintomas para conocer en qué situación está el proceso. En este sentido, se puede comprobar el desgaste del esmalte que se encuentra en ambas arcadas, pudiendo confirmar además que coinciden a la perfección.

También se puede ocasionar un cambio en la mordida.

Tratamiento

Buscar una solucion para este tipo de problemas puede ser algo dificultoso, sobre todo, en situaciones avanzadas.

El tratamiento se basa principalmente en evitar que se produzca el movimiento anómalo de la dentadura, frenando así el desgaste del esmalte y permitiendo a su vez que se pueda llegar a regenerar completamente.

Una de las opciones que más se suele utilizar es la fabricación de una férula removible a medida para que la persona se la pueda colocar mientras duerme, impidiendo así que el esmalte rechine y se desgaste.

En definitiva, el bruxismo es una afección que es necesario detectar a tiempo para prevenir que las consecuencias se agraven. Contactar con los especialistas adecuados posibilitará que derive en un problema menor fácilmente controlable.

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